NOW AND THEN I. EL MILAGRO DE DARLE AL PLAY

Bien, vamos a decir alguna cosita a propósito de Now and Then de los Beatles, que para algo hicimos una tesis sobre cultura del rock publicada hace más de 20 años por Biblioteca Nueva. Lo primero que hay que decir es que Now and Then NO es una canción. Now and Then es un acontecimiento cultural, y lo es de primera magnitud, porque los Beatles son uno de los pilares de nuestra cultura. Es, además, un acontecimiento que afecta a una cultura que está en momento de transición y crisis hacia otra cosa, y por eso nos remueve. La validez de Now and Then como propuesta artística interpela a nuestro propio sentido de “actualidad”. Así que mirarnos en su espejo es arriesgarnos a descubrir nuestro desfase generacional, por civilizatorio, y viceversa.
Como acontecimiento cultural, Now and Then es un ejercicio de poder que se formaliza a través de un discurso, y por eso Now and Then no es (sólo, ni fundamentalmente) una canción, sino un paquete de dispositivos presentados con un ritmo estratégico, usando Youtube como matriz publicitaria allí donde la industria del disco de antaño hubiera acudido a la radiofórmula. En el plazo de 10 días la banda (sí, la banda), ha jugado con prácticas virales de goteo informativo hasta desembocar en el videoclip. Por el camino ha tenido lugar la preceptiva presentación del audio, por aquello de que la “canción en sí” convoca la referencia de formato radicalmente carismático dentro del Pop, y hasta un minidocumental. Que este despliegue de información concurra en torno al cassette como signo, no indica sino que cada una de estas instancias informativas se convocan como reminiscencias de otra “cosa”, que es más que la suma de esas partes pero que, como sinergia, se expresa sinecdóticamente por su eficacia fragmentaria. Por todo esto, Now and Then es una realidad misteriosa y nos hace hablar de ello, para cubrir los huecos de un intuido derrumbe que nos afecta directamente.
Como acontecimiento cultural, Now and Then es un discurso que practica su propio fundamento en la confirmación de su legitimación. Para ello, el conjunto de información que despliega a tal efecto, compone un régimen de signos donde todo gira en torno a la demostración de que el producto que se nos ofrece, participa del espíritu que se le supone. Un espíritu sublime y trascendental, el espíritu “Beatle”, pero ¿qué es tal cosa? Doctores tiene la Iglesia pop enzarzados en desentrañar su naturaleza a cuenta de la intrahistoria de la banda. Pero fuera del gallinero emic, lo que dicta esta evidencia es, precisamente, que el espíritu Beatle es espíritu de controversia. Una controversia orquestada por la figura de Paul como maestro de ceremonias. Intentando apaciguar las aguas revueltas por la propia banda, para mejor dirigir el cotarro preventivamente.
Paul hace homilía de su propio evangelio, erigido en pragmático Papa de la iglesia formada por una banda que afirmó ser más popular que Jesucristo. Desde su púlpito, Paul se dedica a contar la pertinencia de los pasos que dieron en formular su último producto eucarístico. Paul es “arte” y “parte” de la formulación de Now and Then como sacramento de comunión globalizada.
Paul es Jesús de Galilea y es Pablo de Tarso o de Liverpool. Paul es equipo fab four y es hooligan de sí mismo. Paul es fanático que, no obstante, quizás siempre anduvo caído del caballo vanguardista del arte por el arte. Es decir, Paul es un “fanático comedido”, osea, un oxímoron con patas según la visión fundamentalista de la música pop, que a la hora de asignar legitimidades artísticas, es en última instancia la que manda. Razón por la cual hay que acudir a John como referencia carismática que convoca las esencias zelotas más radicalmente legitimadoras de la banda. Y es que, gracias al rescate de una... "demo”, lo primero que "demuestra" Now and Then es la naturaleza religiosa que entraña su discurso como acontecimiento cultural, en tanto ejercicio de poder apalancado sobre la imagen de un cassette que anunciaba el advenimiento de un posible milagro. El primer anuncio que tuvimos de Now and Then fue un clip de 4 segundos de una cinta echando a andar el misterio. Rescatada hace décadas, traía consigo el canto desnudo de John salvado de un piano oceánico gracias al poder prometeico de la tecnología actual. Como así se hace constar dejándola sonar a capella durante un instante eterno, el del kairós terriblemente fantasmal que revela un eco de resurrección laica. La demo es por tanto una reliquia en toda regla, que dota al cassette de valor genuino en su condición poderosa de fetiche mágico.
Como primera lección cultural, la “demo” de Now and Then “demuestra”, en su condición de excepcional reliquia, el poder normativo de las cosas para transformar nuestras vidas, siempre que uno las admire con suficiente espíritu de veneración fetichista. Por lo demás este prodigio arrastra otra enseñanza particular, negociando la renovación “institucional” de los Beatles en la medida en que los restaura como “banda” preñada de prestigioso misterio. Lo exotérico se reconcilia con lo esotérico.
Ahí es nada el poder de la mercancía cuando se la mira como merece, incluso digitalizada. Su sola presencia remueve unas aguas donde Paul se maneja con la facilidad taumatúrgica de quien parece andar sobre ellas como si nada, precisamente porque nunca tuvo aspiración romántica de convertirse en aprendiz de brujo. Lo suyo era más de evitarse costes mosaicos de separación de masas marítimas por dominar ninguna fuerza titánica, y menos aún demorarse en retrasos derivados de emprender ningún éxodo que no llevara a otro destino que el seguro éxito de masas. Bastaba con darle al play, yesterday, como Now and Then, y en esas sigue porque de toda la vida de dios, el profeta marca un camino y la masa pasa. Lo saben todos los Papas. Continuará...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Coca Cola y violencia simbólica en Stranger Things

Sans títere

El joven como invasor de sí mismo I. El que esté libre de años que tire la primera piedra