Severance II. Helly como inauguración infernal del inconsciente freudiano
Habíamos dicho una cosa que sonaba rara y otra que parecía cuestionable. La cosa rara es que no cabe aclarar que "el trabajo es sólo trabajo" a menos que hayamos entrado en una situación caracterizada por el riesgo de que "todo sea trabajo" pues, en caso contrario, este extremo no merecería aclaración. Severance da forma a ese riesgo de totalidad laboral inusitadamente. Sin embargo es probable también en el mundo real, el trabajo del mundo real se haya totalizado sin que nos demos cuenta, y sin necesidad de vivir en un escenario de pesadilla tan brutal como el que plantea Severance. Esto daría pie a la cosa cuestionable que habíamos dicho, esto es, que Severance es mucho más realista de lo que aparenta a primera vista. Hay un indicio que cabe ponernos sobre la pista de que el espectador vive en un mundo donde el trabajo se ha totalizado; tiene lugar en las terapias de la empresa para ajustar emocionalmente a sus trabajadores. Estas terapias consisten en un material