Las lágrimas del vicepresidente de Pablo Iglesias
Se desató la euforia de los vencidos. Los gritos impusieron el alboroto, Pablo Iglesias rompió en niño Al que sus padres pusieron la coleta de Otegi, "Sonreíd porque vamos a llorar". Las lágrimas de Iglesias fueron la repuesta De un hombre contenido en el insulto. Al respeto necesario cuya marcha Amenazó con romper la pandereta. Pero él ha preferido relativizar todo Galapagar. Padre de 13 meses siempre que puede comer, Hace malabares con la edad, Y con la edad, la Iglesia De la colaboración, alto nivel de exigencia, Se pone una apuesta. "Tengo que ser el mejor tertuliano de televisión". Hablaba de la calle de los de arriba, El ascenso fue fulgurante Pero fue heredado de su tía al calor de las noches, De cañas alrededor De un arroz preparado por aquellas paredes, Antes de lo que dijo que pasaría. https://elpais.com/politica/2020/01/11/actualidad/1578763203_652260.html