Capitán América como postergación de lo popular I. Los últimos nunca serán los primeros

Comencemos advirtiendo que lo normal hubiera sido que el UCM hubiera arrancado con una película del Capitán América. En él recae expresamente el título de Primer Vengador (First Avenger), y este título apunta motivos de jerarquía tanto histórica como simbólica. De entre la pléyade de Avengers, Capitán América es el primer personaje publicado en 1941. Esta fecha entraña la importancia de la dimensión simbólica que representa, combatiendo a Hitler y el nazismo alemán en plena Segunda Guerra Mundial.

Por supuesto cabe aducir que la postergación de Capitán América en el UCM se debe a criterios narrativos en el seno de una saga repleta de tramas complejamente entreveradas, pero la validez de este argumento es relativa. El comienzo de una historia no cabe impulsarse de cualquier manera ni con cualquier personaje. No tendría sentido, por ejemplo, que el UCM hubiera comenzado con la historia de un personaje periférico y secundario como Ant Man. La postergación narrativa de Capitán América por el protagonismo inicial de Iron Man es relevante y significativa. Y de hecho, la historia del UCM va a ser, en buena medida, la de la disputa entre ambos personajes por un liderazgo que supone el propio eje narrativo sobre dos alternativas que funcionan en paralelo hasta el propio desenlace de la saga.

Lo que significa esta postergación inicial en favor de Tony Stark, ni siquiera hay que deducirlo metafóricamente a través de ningún análisis semiótico. El simbolismo de Capitán América es tan diáfano y transparente que, de puro obvio, resulta hasta violento en los tiempos que corren, de forma que el guion de Captain America: The First Avenger (Johnston, 2011) se ve obligado a jugar con este aspecto paródicamente. El Capitán América personifica alegóricamente a América misma, léase Estados Unidos. El Capitán América es Estados Unidos. Y esta identificación directa se desglosa en una serie de atribuciones institucionales que comienzan por lo estatal, pasan por lo militar y terminan por lo popular. Todo ello de acuerdo al juego democrático que legitima a Estados Unidos como garante de la Libertad en el seno del discurso que habilita históricamente su papel hegemónico. En este sentido cabe considerar a Capitán América como un arranque histórico de este discurso en el ámbito de la industria cultural de masas por su variante ficticia. Sin embargo, la actualización cinematográfica de Marvel antepone a Iron Man frente al Capitán América, pese al bagaje de este último.

Al combinar lo popular con lo militar es difícil no contemplar que el valor simbólico del Capitán América entraña un conflicto desde un punto de vista políticamente correcto. El militarismo del Capitán América implica su belicismo y, ni que estos tiempos nos hayan acostumbrado a aceptar la presentación normal de lo militar bajo la forma de misión de paz, el simbolismo del personaje contiene un aspecto anacrónico que, precisamente, el UCM viene a corregir y actualizar por lo que respecta a su proyección alegórica como encarnación de América misma. El caso es que la postergación del Capitán América por su contenido militarista y belicista, es también la postergación de su contenido estatalista como reflejo institucional del propio poder popular que lo sustenta en términos democráticos.

La postergación narrativa del Capitán América es la postergación del poder popular como base democrática de naturaleza mayoritaria, en beneficio del poder que representa Tony Stark a modo de iniciativa particular articulada mediante la institución de la Corporación privada. A lo largo de la Saga del Infinito, esta postergación funcionará desde principio a fin del UCM, tanto más aparentando otorgar todo el cumplimiento de los deseos personales del patriota ejemplar Steve Rogers contra el sublime sacrificio de Tony Stark como desenlace de la saga, para sembrar el aspecto virtual e inalcanzable de esta concesión, en un mundo que, así, terminará por renovar la imagen mitificada de una nación estadounidense como hegemón al timón del rumbo histórico moderno.

 

Capaz de hacer magia, el cine administra valores matando y resucitando a los personajes que los simbolizan. Decide sacrificios y ejecuta el valor sublime que distribuye este coste, asignando quiénes asumen ese coste y a quiénes exime de ese gesto. El Pueblo, simbolizado por el Capitán América, es el primer actor en democracia como este personaje es el Primer Avenger. Pero este Pueblo que es el primero es también el último  frente a una lupa global donde la riqueza de la gran masa de desheredados que compone el 99 % de habitantes del planeta ve sufrir deterioro en sus ingresos, mientras las personas que representa el CEO de Stark Entrerprises han duplicado su riqueza personal el año pasado (Oxfam, 2022).

Dice el Evangelio que los primeros serán los últimos, y los últimos serán los primeros (Mt 19, 30-20, 16). Los primeros en democracia son los últimos en empezar el relato del UCM por el personaje que los simboliza, resultando postergado por la iniciativa de Tony Stark. El premio a la postergación del ejercicio de poder popular mayoritario se paga ilusoriamente en la Biblia, con la resurrección y la vida en un paraíso ultraterreno. Es justamente el destino que espera al Capitán América al final de la Saga del Infinito, por arrastrar la postergación del poder popular que representa en beneficio del protagonismo del CEO, cuando Tony Stark se adelanta a adueñarse del guantelete, fuente de poder definitiva, que lo popular nunca se enfunda. Así Stark muere y Rogers resucita contando que ha tenido una vida ideal y plena, pero en otro plano distinto de nuestro mundo real. Es lo que pasa cuando los últimos esperan confiados a la promesa de ser los primeros. Que terminan definitivamente postergados porque, en el UCM, el CEO siempre va por delante del Pueblo de principio a fin. Y es que también narrativamente, el que da primero, da dos veces.

Johnston, J. (2011). Captain America: The First Avenger. Marvel Studios.

Oxfam (2022). La riqueza de los diez hombres más ricos se ha duplicado, mientras que se estima que los ingresos del 99 % de la humanidad se han deteriorado. Recuperado el 20 de enero de 2022, de https://www.oxfam.org/es/notas-prensa/la-riqueza-de-los-diez-hombres-mas-ricos-se-ha-duplicado-mientras-que-se-estima-que