Capitán América como postergación de lo popular IV. Centralidad institucional vs. marginalidad legal como suerte de disonancia

Las tres primeras postergaciones de Capitán América tienen lugar en la primera película de su trilogía, y se enclavan en el periodo histórico de la Segunda Guerra Mundial. La cuarta postergación va cuajando en Winter Soldier (Russo y Russo, 2014) a través del desengaño que sufre Capitán América ante el escenario institucional infiltrado de corrupción, que encuentra al descongerlarse en nuestro mundo contemporáneo. Este desengaño, referido a la degeneración sufrida por el sistema político norteamericano desde su siembra hegemónica con la victoria en la Segunda Guerra Mundial, va a extenderse en Civil War (Russo y Russo, 2016) al papel internacional de Estados Unidos como policía global en pos de la Libertad y la Democracia. Con ello, la trilogía de Capitán América revisa y ajusta la narrativa legitimadora del papel de Estados Unidos como hegemón global, en un giro reformista que, de forma sorprendente, va a plantear la renuncia a la capacidad de decisión autónoma sobre la política de intervención internacional en otros Estados soberanos. El objetivo de esta renuncia es demostrar la superación del vicio hegemónico por instalarse en un ejercicio de poder militar que, a fuerza de redimir al planeta de totalitarismos de todo tipo, termina por reproducir una forma contradictoria de lacra imperialista. 

La posibilidad de cabalgar la contradicción de un "imperialismo antitotalitarista" como proyecto de progreso democrático y civilizatorio. Nada menos que esta cuestión de naturaleza política tan fundamental, es lo que se negocia en la trilogía de Capitán América como si fuera un arco narrativo de entretenimiento insignificante. Para ello, el conflicto lógico inherente a semejante oxímoron se irrigará en todas las tramas de la trilogía, ofreciendo lecturas marcadas por esquemas dicotómicos potencialmente disonantes. Por lo que respecta a la situación contemporánea en la que queda su histórico protagonista, esta dicomía se expresa en la siguiente polaridad: tanto más va a ser reconocido Capitán América institucionalmente en lo que representa como símbolo, cuanto va a quedar marginado prácticamente, hasta convertirse en un fantasma social estigmatizado como un "fuera de la ley" (outlaw). 

Así, cuando Steve Rogers se reincorpora al siglo XXI, se encuentra con una exposición permanente dedicada a su figura nada menos que en el Museo Smithsoniano del Aire y el Espacio. Quintaesencia institucional a la hora de reconocer emblemáticamente un valor histórico, el Smithsonian desgrana las cualidades de Capitán América como un héroe de guerra con el máximo de los honores, presentado como "leyenda viva y símbolo de coraje", "símbolo para la nación y un héroe para el mundo", alguien cuya "historia es de honor, valentía y sacrificio". 


Sin embargo, Rogers recorre la exposición a mayor gloria del símbolo que representa, oculto bajo una gorra que le permite mantener el anonimato. Este anonimato es una autoexigencia de humildad que refrenda los valores heroicos del personaje, pero pronto va a derivar en una exigencia de clandestinidad forzada frente a la persecución legal que sufrirá en la película que cierra la trilogía. Centralidad institucional vs. marginalidad legal, se convierten así en los polos de un esquema radical de ciudadanía marcado por una tensión disonante.

¿Pero qué cuestión tan importante va a ser capaz de poner a Capitán América al margen de la ley? Resonante de esencias patrióticas, el Capitán América se convertirá en fugitivo por defender un principio. Concretamente, este principio de autonomía que asiste, como un derecho legítimo, al sacrificio del policía global por pacificar el mundo en tiempos terrorismo, que en el UCM es representado por Avengers como metáfora militar. Hay que recordar en el estreno de Civil War, marzo de 2016, este es un tema candente con dos atentados en Bruselas con un total de 35 muertos, y el comienzo de la Operación Odyssey Lightning impulsa en territorio libio. Es decir que el tema del UCM es todo menos ajeno al mundo real. 

Así que, traducido a la polémica sobre la defensa de autonomía intervencionista de Avengers fuera de Estados Unidos, Capitán América mantendría el derecho a que Avengers ocuparan Libia sin más explicaciones, mientras Iron Man estaría dispuesto a someter este derecho al criterio de la ONU (sin derecho a veto). El hecho de que Capitán América quede fuera de la ley por defender este extremo, señala, hasta qué punto, la ficción establece con la realidad un diálogo que actúa sobre la audiencia creando una situación exegética de disonancia cognitiva. 

Disonancia acentuada por la sorpresa que supone el cambio de opinión de Stark en Civil War a este respecto, cuando precisamente se ha significado hasta ese momento del UCM, por hacer de su capa un sayo en lo que se refiere a moverse con libertad por el orbe para pacificarlo a golpe de superbombazo. Lo que le ha llevado en su propia trilogía a hacer incursiones en Afganistán sin hacerse ningún problema conforme al proyecto de privatización de seguridad nacional que se ha marcado como objetivo personal, sin contar con la opinión pública ni las instituciones de su propio país. Excusamos decir lo que le importarán las del resto del mundo que queda a su cargo hegemónico. 

En todo caso, con lo dicho hasta ahora, el aspecto disonante que adquiere Capitán América al abocarse a la ilegalidad por mantenerse en la defensa radical de la autonomía intervencionista norteamericana en el extranjero, no ha empezado más que a ser expuesto. Y es que la conjugación de un "imperialismo antitotalitarista" es una operación tan contradictoria que obliga a enredos sofísticos de todo tipo, de donde emerge la primera función básica del UCM, que consiste en conjurar narrativamente la vuelta incesante de este fantasma en espera de solución histórica, a modo de hauntología revestida de licra. 

 

Russo, A. y Russo, J. (2014). Captain América: The Winter Soldier [película]. Marvel Studios.

Russo, A. y Russo, J. (2016). Captain América: Civil War [película]. Marvel Studios.

 

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