La rebelión del vacío. Sampleo léxico sobre "La rebelión de las masas" en tiempos de coronavirus. V


Esto me recuerda que el budismo ortodoxo se compone de dos religiones distintas: una, más rigurosa y difícil; otra, más laxa y trivial: el Mahayana -«gran vehículo», o «gran carril»-, el Himayona -«pequeño vehículo», «camino menor»-. Lo decisivo es si ponemos nuestra vida a uno u otro vehículo, a un máximo de exigencias o a un mínimo. 
La división de la sociedad en vacío y calles masificadas no es, por lo tanto, una división en clases sociales, sino en calles con gente o solitarias, y no puede coincidir con la jerarquización en calles superiores e inferiores. 
Claro está que en las solitarias, cuando llegan a serlo, y mientras lo fueron de verdad, hay más verosimilitud de hallar presonasque adoptan el «gran vehículo», mientras las masificadas están normalmente constituidas por individuos sin calidad. Pero, en rigor, dentro de cada calle social hay reunión y soledad auténtica. Como veremos, es característico del tiempo el predominio, aun en los grupos cuya tradición era selectiva, de la masa y el vacío. 
Así, en la vida intelectual, que por su misma esencia requiere y supone la calificación, se advierte el progresivo triunfo de los seudointelectuales congregados, incalificables y descalificados por su propia reunión. Lomismo en los grupos supervivientes del «género» masculino y femenino. En cambio, no es raro encontrar hoy entre los obreros, que antes podían valer como el ejemplo más puro de esto que llamamos «clase», almas egregiamente disciplinadas.
Ahora bien: existen en la sociedad operaciones, actividades, funciones del más diverso orden, que son, por su misma naturaleza, solitarias, y, consecuentemente, no pueden ser bien ejecutadas al compartirlas. Por ejemplo: ciertos placeres de carácter artístico y lujoso o bien las funciones de gobierno y de juicio político sobre los asuntos públicos. Antes eran ejercidas estas actividades especiales por grupos calificados -califícados, por lo menos, en pretensión-. El vacío no pretendía intervenir en ellas: se daba cuenta de que si quería intervenir tendría, congruentemente, que adquirir esas dotes especiales y dejar de ser vacío. Conocía su papel en una saludable dinámica social. 
Si ahora retrocedemos a los hechos enunciados al principio, nos aparecerán inequívocamente como anuncios de un cambio de actitud en el vacío. Todos ellos indican que éste ha resuelto adelantarse al primer plano social y ocupar los locales y usar los utensilios y gozar de los placeres antes adscritos a las masas. Es evidente que, por ejemplo, los locales no estaban premeditados para el vacío, puesto que su dimensión es muy amplia, y las masas rebosaba constantemente de ellos, demostrando a los ojos y con lenguaje visible el hecho nuevo: el vacío que, sin dejar de serlo, suplanta a las masas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sans títere

Coca Cola y violencia simbólica en Stranger Things

MÁQUINA DE COSER Y BORDAR 20 MÁQUINAS DE ÉIBAR IV